lunes, 26 de enero de 2009

CONTRALORA BAMBA

La informalidad en el Perú es casi como el aire que respiramos. Está adherido a nuestra vida y como el cáncer se ha metido en nuestros tejidos, en nuestro sistema de respiración.

Sinceramente creí que ese sería el problema para que Estados Unidos NO firme el Tratado de Libre Comercio con el Perú.

Está en todos los niveles sociales y culturales, en todas las edades, en todos los hogares, en fin, en todas partes.

Hoy se confirmó que la postulante a contralora Ingrid Soraya Suarez Velarde había presentado un documento bamba, falsificado ante la Comisión calificadora que era manejado por Richard Web, Gastón Garatea, Beatriz Bozo y Cecilia Blondet y no se dieron cuenta.

Pero también se les pasó a la Comisión del congreso presidida por Mercedes Cabanillas que evaluó el caso y le dio carta libre para que el pleno apruebe y recomiende al Presidente para que emita una resolución aprobando la designación de la nueva contralora de la República.

El documento bamba pasaba y pasaba y llegó hasta el final aunque oportunamente se denunció que Ingrid Soraya había firmado documentos oficiales anteponiendo a su firma las iniciales “Ing.” que todos entendemos significa ingeniera.

Su mentor, protector y amparo Rafael Rey Rey ensayó una curiosa respuesta. Ing. no significa ingeniera, sino son las iniciales de Ingrid.

Una mentira del tamaño de un edificio estaba pasando por todos los estamentos calificadores y evaluadores y no querían darse cuenta.

Hasta que desde España, cuando el Presidente ya tenía el lapicero para firmar la Resolución, informaron que su nombre no figuraba en la universidad donde según ella había estudiado ingeniería.

Meche Cabanillas viajó a España y confirmó esta flagrante mentira. El documento presentado era bamba. La universidad española de Oviedo descartó que Ingrid Suárez Velarde, haya estudiado en su Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial de Gijón, tal como la postulante afirmó en la declaración jurada que presentó al Congreso.

En extractos de la información emitida por la casa de estudios se indica que "la señorita (Ingrid Suárez) no ha sido nunca alumna de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial de Gijón EUITIG".

Es más "en la EUITIG no se ha impartido nunca la especialidad de organización o ingeniería industrial".

Se comprobó que el documento muestra firmas de personas que jamás trabajaron en esa casa de estudios y nombres de personas que no existen en toda España.

Claro, un documento hecho en el Jr. Azángaro presentado bajo juramento que son legales y que engañó a medio mundo. Y que seguramente debe estar en los archivos del Ministerio de la Producción y que por eso firmaba como “Ing.”

Hasta que le cayó el guante, y podría ser denunciada por falsedad genérica, por el mal uso de los títulos y honores y también por falsificación de documentos.

Con razón, no reaccionaba cuando la maltrataban los congresistas, los periodistas, los analistas. No decía ni pio, cuando le hacían esperar y esperar. Un periodista dijo una vez que la Suarez no tiene carácter, se ve demasiado pasiva.

Estaba viendo cómo pasaba su mentira del tamaño de un edificio.

La tía está frita. Ya fue ya, como dicen los jóvenes. Estaba a un pelito de ser la Contralora de la Nación: Ing. (Ingrid) Soraya Suarez Valverde.

Está visto y aclarado que en el Perú hay mucho, mucho por formalizar.



obedmatias@gmail.com

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