CON DIOS O CON EL DIABLO

Que las pasas, las 12 uvas, que correr con la maleta, que la truza amarilla, naa que veer, como dicen los jóvenes, no pasa nada, tal vez lo único que vale es un buen deseo al ser amado, al amigo, al gobernante...

La cuestión es fe, confianza que en las cosas que estoy enrumbado me va ir bien, confiar en Dios, pedir su ayuda y adelante.

Lo que pasa es que en estos días aparecen las brujitas, las recomendaciones para recibir el año nuevo, los baños de florecimiento y muchos rituales que nos recomiendan.

No nos damos cuenta, y lo peor, en nuestras iglesias, nuestros maestros, curas y consejeros no nos advierten que todas esas cosas desagradan a Dios, son contrarios a Dios, por más que imploran a la virgen, a los santos y a los cristos. Son cosas del diablo.

Que las Huaringas es efectivo, seguramente, porque el diablo tiene su poder. Que el calzón amarillo trae suerte en el amor, quizás por coincidencia.

Ayer, el Presidente Alan García hizo un deslinde claro y a ningún periodista le interesó. Declaró al Perú como país cristiano, que cree en Dios, en tal sentido sus acciones, su conducta, estará ligada y muy vinculada a Dios.

A diferencia de Hurtado Miller que nos enconmendó a Dios cuando nos mandó el shock fujimorista, hoy el Presidente se declara cristiano y habla de fe al enfrentarse a una crisis externa que ya empezó a golpearnos.

O estamos con Dios y nos encomendamos a El o le hacemos harakiri a nuestra alma con ekekos, pócimas y menjunjes.

¿Y tu, con Dios o con el diablo?