La informalidad es la madre de todas las desgracias y el caos que vivimos. Una forma de vida. Está metido en todo orden de cosas y no nos sorprende su existencia en nuestra vida cotidiana, como el aire que respiramos. La reconocemos en otras personas, miramos la paja en ojo ajeno, pero estamos tan metidos en la informalidad que la usamos como pan de cada día.
Mucho de nuestra vida es una situación bamba, falsa, adulterada, copiada, plumeada, cabeceada, pirateada, bambeada. Vivimos en bambalandia y no hay política clara para combatirla. De hecho no se puede combatir en el interior de cada vivienda, en cada forma de vivir. En cada espacio o rincón del país está metido algo bamba.
Los más representativos son los discos compactos que consume el público. La gran mayoría procede del mercado informal, es decir, pirata. Miles de familias se mantienen de los puestos informales de venta de discos y videos piratas. Es lo que reconocemos públicamente, pero no nos damos cuenta que usamos programas copiados ilegalmente o vemos televisión por cable conectado clandestinamente del vecino.
Un negocio de alto peligro, es el de las medicinas negociadas por el mercado informal y que abastece a pequeñas y medianas boticas y que tienen como centro de operaciones Capón Center y El Hueco. Medicina adulterada, con fecha vencida, que ingresó de contrabando o medicina que por alguna razón algún laboratorio en lugar de incinerar lo coloca en Capón Center.
Los libros pirateados, las bolsas de arroz o azúcar plumeados, es decir, con peso incompleto, la informalidad en las construcciones, las bolsas de cemento también plumeados... es decir, en todo orden de cosas hay algo informal y nos pasaríamos relatando y no terminaríamos.
Una ventana de solución podría ser COFOPRI, ese organismo que está empeñado y que está trabajando en la formalización de la propiedad. Debería abrir su horizonte en la formalización del país. Un buen manual resulta "El Misterio del Capital" de Hernando de Soto. Bambalandia es un paraíso para el corrupto y el corruptor, para el pirata y sus clientes, para el caos y desorden. Para la pobreza.
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